Amor por el vinil

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Amor por el vinil

Jorge vende discos en el mercado Díaz Ordaz, de Monterrey, México. Una historia de idas y vueltas entre surcos de vinil en hi-fi.

UNO // Jorge Solís muestra con orgullo una caja dura de plástico transparente. En su interior contiene toda la redondez de un disco de vinil estampado con la portada del Abbey Road de The Beatles. No, no es la funda, es el propio disco el que lleva impreso en sus surcos la imagen del cuarteto cruzando una calle londinense.

«A mi me contaban de este tipo de discos y no les creía», dice, mirando la pared adornada con otros discos parecidos, con imágenes de los artistas impresas.

Jorge ocupa el local 55 en el segundo piso del mercado Díaz Ordaz, de Monterrey, México. (Darán con el fácilmente, ya que está en uno de los extremos del Puente del Papa, en la avenida Morones Prieto). Desde hace más de trece años se dedica al negocio de comprar y vender discos usados. Aficionados y coleccionistas son sus principales clientes.

«Yo era coleccionista, de música viejita más que nada, música en español, Leo Dan, Los Ángeles Negros, cosas así. Aunque no son de mi época era lo que me gustaba desde chavo», inicia su historia, detrás del mostrador del local.

Desde los dieciocho años trabajó en una empresa. Su hobby era comprar discos y guardarlos, ya que no tenía tornamesa. Lo que sí reproducía eran casetes. Aún así, si le gustaba un disco, lo compraba y lo guardaba. Llegó a juntar entre 250 y 300 LP’s.

En ese momento se trataba sólo de su pasión como melómano, no había pensado todavía en dedicarse a un negocio. Luego vino el desempleo y se vio en la necesidad de vender su colección.

«Una semana antes había comprado el último y en esos días tuve que venderlos», recuerda. «Fue una situación muy dura, porque eran los discos que por años había comprado y ahora tenía que regalarlos prácticamente. Y si a mi me costaron en promedio alrededor de treinta pesos el disco, me los vinieron comprando como a tres pesos cada uno.»

Con esta situación se dio cuenta de que la compra-venta podría ser un buen negocio. Si le compraban un disco a tres pesos, y luego lo vendían a treinta, había una ganancia ahí. Pero la idea original era recuperar sus discos. Le dio la vuelta al asunto y después se dedicó a la obra para sacar adelante a la familia.

Pero el gusanito de la música y los discos siguió ahí. Al salir de la obra, los sábados en la tarde y el domingo, se iba a la pulga del Puente del Papa, a un puesto que tenía su padre, y empezaba a comprar y vender. Así pudo recuperar poco a poco su colección y ganar dinero.

«Llegó un momento en que tenía más guardados que los que tenía a la venta, y ya no era negocio. Tuve que volver a sacarlos a vender y ahorita ya para mí no tengo nada, todo lo vendo. De eso hace unos trece años más o menos».

DOS // Hace siete años que Jorge ocupa el local donde actualmente lo encuentran los coleccionistas. Desde el Puente del Papa hay un anuncio en metal que apunta las coordenadas de su local. Adentro los estantes están repletos: LP’s desde Camilo Sesto y José José hasta Deep Purple, Jethro Tull y los Beatles.

-¿Qué tipo música se vende más?
-La verdad es muy variable. Podría decir que cierto tipo de música, pero sería mentirte, como te puedo vender algo de norteño, hay clientes que me compran tropical y colombiano, y clientes que me compran instrumental. Es muy difícil decir que este tipo de música u otro se vende más, porque en otras ocasiones se vende más de jazz, por ejemplo, digamos una temporada o algunos días, y en otras se vende tropical, viejito, y otras veces música de baladas de los setenta.

-¿Y quiénes compran más, grandes o jóvenes?
-Es sorprendente cómo algunos chavos de menos de dieciocho años andan buscando discos, porque ellos no conocieron esta tecnología y para ellos es nuevo; andan buscando material sobre todo chavitos que son muy abiertos a la música, porque hay algunos, la mayoría, que del hip hop y no salen. Pero hay chavitos que buscan a los Beatles, a los Rolling Stones, ondas clásicas de rock, o norteña incluso. Hay chavos que les gusta la música norteña, pero grupos viejos como los Alegres de Terán, que por pláticas de sus papás o de sus abuelos los van conociendo y luego vienen y los compran. Y les gusta obviamente, porque la música vieja siempre fue más creativa, en su momento fue creatividad y ahora coincido con mucha gente que dice que no hay nada nuevo, que todo ya se hizo de los ochenta para atrás.

-¿Qué le gusta más de los discos de vinil frente a los CD’s?
-Pues yo creo que es más nostalgia, de decir ‘qué bonito formato, qué bonita portada’. Ves las cosas grandes, un disco grande, y te llama la atención la mecánica de esto, sacar un disco, limpiarlo, poner la tornamesa y escucharlo. Se escucha algo de ruido en la mayoría de ellos, pero cuando el disco viene en perfecto estado se escucha muy bien. No te voy a decir que se oye mejor que el CD porque no es cierto, sería mentir también. El CD tiene una tecnología muy avanzada, muy limpio los bajos, los agudos, y decirte que es más fiel el LP sería mentir. En su momento fue lo máximo, pero ahorita es viejo, incluso el sonido es antiguo, por más que digitalices un disco se escucha algo de ruido, algún detalle ha de tener. Y lo que se graba actualmente, es excelente el audio.

TRES // Jorge explica que el mejor método para limpiar un disco es con agua. Primero con un paño de algodón limpiar el polvo superficial, luego lavar con agua y secar con otro paño para que absorba. Él usa una mezcla de dos partes de agua y una de alcohol para que ayude a un secado más rápido. «Para discos ya muy maltratados se requiere un poco de jabón», dice, pero aclara en que muchas veces ya no es posible restaurar un buen sonido.

Ante la pregunta obvia no es muy optimista: «Que resurja el disco de vinil lo veo difícil, porque es mucho lo que les cuesta. Una portada de este tamaño, el material del disco, no conviene invertir más para ganar menos». 

Otra edición de Abbey Road aparece entre los rincones del local de Jorge. Una edición americana que dice ser directa de los master originales. «Es lo más cercano a la fidelidad original», dice, mientras la aguja empieza a recorrer los surcos de «Come Together».

«En cuestión de los Beatles hay muchas rarezas», dice, y trae al mostrador una edición venezolana con las fotos del Álbum Blanco en portada, pero con el calendario azteca de fondo.

En la tornamesa el disco continúa su giro incesante, lanzando a las bocinas sonidos de muchos años atrás. ///

Diario El Porvenir, 8 de enero de 2008.

30 comentarios en “Amor por el vinil

  1. Ay changos! yo tengo que oir los viniles de jazz de aca de UAL jejeje y no lo he hecho por que es un desmadre!

    Lo único en lo que no estoy deacuerdo con el es que no hay nada nuevo después de los 80´s mmmm se nota que tiene como 40 jejeje…
    Aunque pensándolo bien es mejor siempre pensar que hay cosas nuevas en LP o CD, por que si no ya nadie haría música, por que «todo esta inventado»…

    Opinión de un músico claro jeje

  2. Orale, yo ultimamente le he estado comprando a este señor Lps de ABBA, tiene gran variedad y material muy raro, espero que siga vendiendolos, que padre que chavos como yo tengan el gusto por los vinilos, y ojala me consiga mas de ABBA, haha.

  3. quisiera saber donde puedo comprar un reproductro de vinilos, yo vivo en monterrey, visitare a este señor aver que onda, pero si puedo obtener la informacion por mail seria muchisimo mejor.
    gracias y ke tengan un excelente dia!

  4. quisiera saber si alguien tiene el album donde viene la cancion yo vendo unos ojos negros interpretada por los alegres de teran pues se lo quiero regalar a ma papa pues gusta mucho de esa musica si hay alguien se los agradeceria mucho

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